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Perspectiva

¡Detengan la deportación de inmigrantes ucranianos por parte de Trump y su reclutamiento forzoso!

Transeúntes pasan por una parada de bus cerca de la estación Nine Elms, mientras activistas colocan un póster del presidente Donald Trump y Jeffrey Epstein cerca de la Embajada de EE.UU. en Londres, 17 de julio de 2025 [AP Photo/Evgeniy Maloletka]

El lunes, el Gobierno de Trump planea deportar a 83 personas de Estados Unidos en la primera deportación masiva a Ucrania en años.

Si se permite que ocurra el vuelo, los hombres serán enviados a Polonia y luego transportados por tierra a la frontera con Ucrania, donde los funcionarios ucranianos los alistarán a las fuerzas armadas y enviarán al frente. Como le dijo con tono matón un asesor de Zelenski al Washington Post confirmando el vuelo del lunes, “Estados Unidos puede deportar a todos los que quiera. Les daremos buen uso”.

La deportación y reclutamiento forzoso en el ejército ucraniano es el equivalente a una sentencia de muerte. Como le dijo un detenido en el vuelo del lunes al Washington Post: “Merezco ser deportado, pero no en la zona de guerra, no donde está la guerra en este momento. ¿Cómo puedes deportarme a algún lugar donde esté la guerra?”

El Partido Socialista por la Igualdad (EE. UU.) exige la cancelación inmediata del vuelo de deportación y la liberación inmediata de cada inmigrante en cuestión. Aquellos que enfrenten su deportación el lunes podrían estar muertos el martes. Ni un solo político demócrata ha tuiteado sobre el vuelo de deportación. Ocasio-Cortez, Sanders, Mamdani y el resto están tan empeñados en presentar al corrupto dictador Volodímir Zelenski como un faro para la “democracia” que permiten que Trump ejecute el vuelo con una cubierta de silencio.

El MS St. Louis [AP Photo]

Si el vuelo del lunes tiene lugar, será el moderno “Viaje de los Condenados”. Este fue el término utilizado para describir la negativa del Gobierno estadounidense en 1939 a permitir que el barco MS St. Louis y sus cientos de pasajeros judíos que buscaban refugio de Hitler atracaran en Cuba. El Gobierno demócrata del presidente Franklin D. Roosevelt se negó a permitir que el barco atracara y lo devolvió a Europa. Una gran parte de los pasajeros del barco regresaron a Bélgica y Francia. Entre 200 y 300 de ellos fueron asesinados en el Holocausto. Es una ironía histórica que los fascistas y los aduladores nazis en el Gobierno ucraniano evidentemente hicieron posible el vuelo del lunes.

La deportación confirma que el Gobierno de Trump está operando, como la norma, en flagrante violación de la ley. Es un ataque directo al principio jurídico internacional fundamental de no devolución, la piedra angular del derecho internacional de inmigración moderno. Consagrada en el artículo 33 de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y reafirmada en múltiples declaraciones posteriores, la no devolución prohíbe a cualquier Estado devolver a una persona “a las fronteras de territorios donde su vida o libertad estarían amenazadas”. Es un derecho absoluto y se aplica independientemente de la nacionalidad, el Estado o la conveniencia política.

La violación de los principios de no devolución por parte del Gobierno es el equivalente a su asesinato sistemático de pescadores venezolanos.

El vuelo no es el producto de algún acuerdo legal formal. Es el resultado de un acuerdo entre bastidores realizado por el corrupto régimen ucraniano liderado por Zelenski, sumido en un escándalo de corrupción que implica a todos los niveles del estado. ¿Quién sabe cuántos kilos de oro o sistemas de defensa aérea intercambió el Gobierno ucraniano a cambio de 83 vidas? E incluso si aquellos que enfrentan la deportación de alguna manera evaden el servicio militar obligatorio, están siendo deportados a una dictadura.

En una petición de hábeas corpus, uno de los abogados que impugnaron las deportaciones, Eric Lee, citó el propio Informe de Derechos Humanos de 2024 del Departamento de Estado sobre Ucrania. Informa sobre “importantes cuestiones de derechos humanos que involucran a funcionarios del Gobierno ucraniano que incluyeron informes creíbles de... tortura y tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”; “arresto o detención arbitraria”; “serias restricciones a la libertad de expresión y la libertad de los medios de comunicación, incluida la violencia o amenazas de violencia contra periodistas”. El informe señala que “algunos de estos problemas de derechos humanos se derivaron de la ley marcial, que continuó restringiendo las libertades democráticas debido a las condiciones de guerra, incluida la libertad de prensa y las protecciones legales”.

El vuelo también representa un grave peligro para los cientos de miles de jóvenes ucranianos que huyeron del país después de que comenzara la guerra en 2022. Sin estar satisfecho con acorralar y brutalizar a miles de jóvenes reclutas dentro de sus propias fronteras, el Gobierno ucraniano ahora está extendiendo su alcance a los expatriados que viven en el extranjero.

Este ha sido durante mucho tiempo un objetivo del Gobierno dictatorial ucraniano, e indica que es solo el comienzo de una campaña más amplia para alimentar al ejército ucraniano a través de una política global de deportación masiva. Si Trump puede deportar a los refugiados ucranianos al ejército ucraniano, ¿no lo harían también Alemania, Francia o Reino Unido, donde viven cientos de miles de jóvenes refugiados ucranianos? El año pasado, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, dijo en Chicago que el Gobierno estaba buscando la “repatriación” de aquellos que habían huido de la guerra, declarando: “Tenemos que ganar esta guerra. Eso es solo la mitad de la batalla. Nos enfrentamos a enormes desafíos demográficos, principalmente... Lucharemos por nuestra demografía”.

El moderno “Viaje de los Condenados” agrega urgencia al caso de Bogdan Syrotiuk, un socialista de 26 años encarcelado por el Gobierno de Zelenski por cargos infundados de “traición”. El único “crimen” de Syrotiuk fue oponerse a la guerra respaldada por la OTAN y abogar por la unidad entre los trabajadores ucranianos y rusos contra las oligarquías capitalistas y las potencias imperialistas que impulsan el conflicto. Ha estado detenido durante un año y medio en condiciones deplorables en Nikolaev.

El hecho de que el Gobierno estadounidense envíe por la fuerza a residentes estadounidenses de larga data a este mismo Estado autoritario, donde los disidentes políticos como Syrotiuk son silenciados, encarcelados y tildados de traidores, subraya el carácter criminal de los regímenes de Trump y Zelenski. La campaña para liberar a Bogdan Syrotiuk es inseparable de la demanda de detener el vuelo de deportación: ambas campañas defienden la defensa de los derechos democráticos y la oposición a la guerra que amenaza con convertirse en una conflagración nuclear.

El vuelo de deportación planificado es parte de un asalto más amplio contra inmigrantes y refugiados que está llevando a cabo el Gobierno fascista de Trump. En Chicago y otras ciudades, las comunidades inmigrantes están siendo aterrorizadas por las brutales redadas de ICE.

Hace apenas unos días, el 8 de noviembre, el Gobierno permitió que expirara el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos, lo que obliga a cientos de miles a abandonar el país o enfrentar la detención y la deportación. Estas acciones se producen cuando Estados Unidos intensifica su presencia militar en el Caribe y aumenta las amenazas de guerra contra Venezuela. En general, el ataque a los inmigrantes es la punta de lanza del intento de la Administración de establecer una dictadura en los Estados Unidos.

Como muestra el vuelo del lunes, la persecución de los inmigrantes está inseparablemente ligada a la campaña más amplia de militarismo, represión y destrucción de los derechos democráticos. La misma oligarquía que está deportando refugiados a zonas de guerra está librando una guerra implacable contra toda la clase trabajadora.

La clase trabajadora debe oponerse con todas sus fuerzas al vuelo de deportación del lunes. Debe salir en defensa de los inmigrantes y refugiados no como un acto de caridad, sino como parte de una lucha unificada contra la dictadura, la guerra imperialista y la explotación capitalista y una demostración de unidad de clase internacional.

La lucha por la defensa de los derechos democráticos comienza con la defensa de los más vulnerables, y debe estar armada con un programa socialista para poner fin al sistema que alimenta la guerra, la represión y la desigualdad.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 14 de noviembre de 2025)

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