La guerra de facciones que ha sacudido el proyecto de “Your Party” (Tu Partido) en el Reino Unido desde sus comienzos estalló públicamente el jueves.
Desde que la diputada Zarah Sultana renunció al Partido Laborista en julio, se entendía que el nuevo partido de izquierda sería coliderado, al menos inicialmente, por ella y por el exlíder laborista Jeremy Corbyn. Ese plan se ha desmoronado espectacularmente.
El jueves por la mañana a las 11 a.m., Sultana anunció que Tu Partido comenzaría a registrar membresías oficiales antes de la conferencia fundacional ya anunciada para noviembre, proporcionando un enlace de registro.
Un par de horas más tarde, publicó que 20.000 personas se habían inscrito, estableciendo aportaciones mensuales permanentes de 5 libras esterlinas, lo que supone un total anual de más de £1 millón. Su mensaje incluía la advertencia: “Los actores de mala fe de la derecha intentan desesperadamente decir que este enlace es falso. No lo es. ¡Es seguro y confiable!”
Una hora después, se publicó una declaración desde la cuenta oficial de Tu Partido afirmando: “Esta mañana se envió un correo electrónico no autorizado a todas las personas suscritas a yourparty.uk con los detalles de un supuesto portal de membresía alojado en un nuevo dominio. Se está buscando asesoría legal. Ese correo electrónico debe ser ignorado por todos los simpatizantes. Si se han establecido débitos directos, deben cancelarse inmediatamente”.
La declaración fue firmada por Corbyn y sus compañeros diputados independientes Ayoub Khan, Adnan Hussain, Iqbal Mohammed y Shockat Adam. El nombre de Sultana no figuraba, lo que confirmó que el mensaje iba dirigido contra ella.
Sultana respondió 30 minutos más tarde admitiendo que, “tras haber sido marginada” por el grupo mencionado y “efectivamente excluida de las cuentas oficiales”, había dado “el paso de lanzar un portal de membresía para que los simpatizantes pudieran seguir participando y organizándose”.
Se justificó alegando que había sido víctima de “una camarilla machista” y que no creía “que los miembros vayan a aceptar que Karie Murphy [jefa de gabinete de Corbyn cuando era líder del Partido Laborista] y sus colegas tengan el control exclusivo del dinero de los afiliados y el control constitucional exclusivo de nuestra conferencia”.
Haciendo un llamado a “Jeremy para que se reúna conmigo y acordemos hacer públicos todos los procedimientos, estructuras y protocolos de toma de decisiones”, concluyó: “Nada de arreglos ocultos, ni coronaciones: deben decidir los miembros”.
A las 7 p.m., la facción de Corbyn publicó otra declaración desde la cuenta oficial de Tu Partido explicando que “el responsable del manejo de los datos ha informado del asunto a la Oficina del Comisionado de Información. Cooperaremos plenamente con la oficina del comisionado”, añadiendo que tienen “obligaciones legales”.
Se mencionó la “decisión unilateral” de Sultana y se negaron las acusaciones, defendiendo a Murphy como “una voluntaria de confianza y dedicada”.
La reacción de los partidarios de Corbyn y Sultana—desde medios como Novara Media, The Canary y Skwawkbox hasta partidos como el Socialist Workers Party (SWP) y el Revolutionary Communist Party (RCP)—fue un grito de desesperación por cómo el estallido del conflicto de facciones había socavado el enorme “potencial” del proyecto de Tu Partido.
Se hizo un llamamiento a las facciones de Corbyn y Sultana para que reconocieran la urgencia de la situación, con la extrema derecha al acecho, dejaran de lado sus diferencias y siguieran adelante con la organización de la conferencia fundacional —aunque con Sultana concentrando la mayoría de sus simpatías.
Fiona Lali, organizadora nacional del RCP, escribió en X (antes Twitter): “Este partido tenía, y tiene, potencial. Anuncien la fecha de la conferencia. Adóptese un programa revolucionario”.
El SWP declaró que “la historia no perdonará a ninguno de los dos bandos de Tu Partido si hacen estallar el proyecto antes de que siquiera se ponga en marcha”. Tu Partido debería “unirse en torno a algunos principios socialistas básicos”, abandonar el “electoralismo” y asegurar que sus representantes electos estén “sometidos a la disciplina del partido en torno a principios fundamentales”.
Nada de esto está sobre la mesa.
Lo que ocurrió el jueves es una confirmación contundente de que no habrá nada democrático, y mucho menos socialista o revolucionario, en Tu Partido.
La actitud de indignación y sorpresa de la pseudoizquierda es hipócrita. En primer lugar, todos sabían que Tu Partido estaba siendo dirigido por camarillas rivales y completamente irresponsables ante los simpatizantes.
En segundo lugar, lo que ha sucedido no es una desviación sorpresiva dentro de un historial por lo demás “principista” de los corbynistas: es una manifestación esencial de su política oportunista y procapitalista.
Durante años, Corbyn se negó a formar un nuevo partido separado del laborismo. El papel que desempeñó su círculo interno a través de Momentum para neutralizar el sentimiento de izquierda dentro del laborismo mientras era su líder es también bien conocido. Al igual que las posiciones derechistas de sus compañeros diputados independientes.
Comentando el anuncio original de Tu Partido, el Partido Socialista por la Igualdad, basándose en un análisis marxista de su trayectoria, explico:
El carácter del partido está determinado sobre todo por su dirección. Ha sido desarrollado durante los últimos meses bajo la dirección no sólo de Corbyn, sino también de muchos de los miembros de su círculo íntimo durante el tiempo en que fue líder del Partido Laborista, incluyendo a Karie Murphy (su jefa de gabinete) y Pamela Fitzpatrick, quien dirige el Proyecto de Paz y Justicia de Corbyn.
A esa vieja guardia se suma Sultana, representante de la nueva generación de diputados corbynistas que ingresaron al parlamento en 2017, junto con la Alianza Independiente de Corbyn con otros cuatro diputados elegidos únicamente por su oposición al genocidio en Gaza y no por ninguna trayectoria de lucha por políticas de izquierda. Uno de ellos, el diputado Ayoub Khan, llegó a preguntar a la vice primera ministra laborista Angela Rayner si el ejército podía ser utilizado para limpiar las calles de Birmingham durante la huelga de los recolectores de basura en curso.
Este aparato se encargará de gestionar la conferencia fundacional para imponer un programa común denominador mínimo, basado en gran medida en las reformas sociales mínimas incluidas en los manifiestos electorales del laborismo de 2017 y 2019 bajo Corbyn.
El SWP, el RCP y otros han contribuido a encubrir todo esto con tal de promover las credenciales de Tu Partido ante los trabajadores y jóvenes, mientras cortejaban a Corbyn y Sultana para asegurarse un nicho dentro del aparato partidario en formación.
Corbyn y sus aliados trabajan para colocar a la nueva organización—cuyo masivo apoyo les ha alarmado—firmemente bajo su control. Su respuesta a la acción de Sultana—prepararla en pocas horas para una posible persecución legal bajo las leyes de protección de datos—es despreciable.
Pero Sultana ha actuado durante todos estos meses desde el lanzamiento de Tu Partido para ocultar a los simpatizantes quién está al mando, quejándose sólo en la medida en que su ascenso al liderazgo ha sido obstaculizado.
En lugar de impugnar políticamente la negativa de Corbyn a formar un nuevo partido, lo empujó a aceptarlo declarando su lanzamiento tras su renuncia al laborismo el 3 de julio. Más tarde declaró que el corbynismo “capituló” ante la caza de brujas antisemita, pero matizó sus críticas culpando a sus asesores para evitar una ruptura abierta.
El lanzamiento de su portal de membresías fue un nuevo intento de eludir la intransigencia de Corbyn sin ventilarlo públicamente. Pero él y sus aliados la han desenmascarado y la han arrojado por la borda.
Si bien no es imposible algún tipo de reconciliación completamente oportunista, es sumamente improbable. Además, el desastre ya ha causado un agujero en el casco del proyecto Tu Partido. Los trabajadores y jóvenes estarán indignados y muchos que veían esta iniciativa como una salida se sentirán decepcionados.
La respuesta socialista no es unirse al coro de lamentos de la pseudoizquierda, sino extraer las lecciones políticas esenciales y actuar en consecuencia.
No se trata de tomar partido en esta reyerta sin principios. No hay ningún bando inocente que defienda los derechos democráticos de los afiliados. En una polémica con el RCP, el Partido Socialista por la Igualdad citó la caracterización de León Trotsky de una generación anterior de izquierdistas laboristas como “la expresión de un viraje, pero también su freno”.
El énfasis de Trotsky entonces, y el nuestro ahora, es sobre el papel de la “izquierda” corbynista como freno político de la clase obrera.
Bajo la dirección de los corbynistas—y nadie ha sugerido que habría otra dirección—este no es un partido que pueda ser empujado a adoptar “principios socialistas básicos”, y mucho menos un “programa revolucionario”, como afirman el SWP y el RCP. Ambas facciones, tanto la de Corbyn como la de Sultana—pese a una retórica algo más militante de esta última—promueven una versión 2.0 del laborismo, un partido de reformas leves que sólo sirve para desarmar políticamente a la clase trabajadora.
La transformación derechista y el colapso del laborismo y de todos los partidos socialdemócratas no fue el resultado únicamente de malos líderes, sino de los cambios en el capitalismo mundial que hicieron obsoleta la reforma nacional.
La globalización, la caída de las tasas de ganancia y el crecimiento masivo y canceroso de la especulación financiera significan que las reformas sociales significativas ya no pueden conciliarse con la defensa del sistema de lucro. El orden del día del capitalismo mundial es la guerra comercial y militar por el control de recursos esenciales y mercados, y la guerra de clases en casa para imponer niveles brutales de explotación y destrucción de servicios esenciales que hagan posible esta confrontación global.
La lucha exige la movilización política independiente de la clase trabajadora, liberada de la mano muerta de los representantes “de izquierda” del laborismo y la burocracia sindical, en una lucha contra el capitalismo y por el socialismo.
Un partido capaz de librar tal lucha debe estar arraigado en las lecciones de la historia y haber sido forjado en décadas de lucha por principios políticos socialistas. Es hora de asumir la lucha por la revolución socialista mundial mediante la afiliación al Partido Socialista por la Igualdad, sección británica del Comité Internacional de la Cuarta Internacional.
Haz clic aquí para leer la Declaración de Principios del Partido Socialista por la Igualdad.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 18 de septiembre de 2025)
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