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Trump indulta a los arquitectos del golpe del 6 de enero y a los electores falsos

Sidney Powell, a la derecha, habla junto al exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, en la sede del Comité Nacional Republicano, el jueves 19 de noviembre de 2020, en Washington. [AP Photo/Jacquelyn Martin]

El pasado viernes, el presidente Donald Trump emitió indultos generales para 77 operadores y abogados republicanos que conspiraron con él y el Partido Republicano para anular los resultados de las elecciones de 2020. El indulto masivo fue redactado el viernes pero publicado el domingo por el recién nombrado abogado de indultos de Trump, Ed Martin, quien él mismo participó en el esfuerzo de “Stop the Steal” (“Detengan el robo”) y estuvo presente en el Capitolio el 6 de enero de 2021 cuando fue tomado por elementos de milicias de extrema derecha y fanáticos de Trump.

Entre los que recibieron indultos se encuentran varios de los principales abogados golpistas de Trump, incluidos Rudolph Giuliani, John Eastman, Jenna Ellis, Kenneth Chesebro y Sidney Powell. También fueron nombrados su exjefe de gabinete Mark Meadows y el exfiscal general adjunto del Departamento de Justicia Jeffrey Clark, junto a un grupo de electores fraudulentos o “alternativos” y operadores del Partido Republicano, incluida Kelli Ward, ex presidenta del Partido Republicano de Arizona.

La proclama refleja la retórica fascistzante de Trump, declarando que su acción “pone fin a una grave injusticia nacional perpetrada contra el pueblo estadounidense tras las elecciones presidenciales de 2020 y continúa el proceso de reconciliación nacional”.

El documento está redactado con una amplitud tal que cubre prácticamente cualquier actividad delictiva realizada bajo los auspicios del “detengan el robo”. El “indulto total e incondicional” se aplica “a todos los ciudadanos de Estados Unidos por conductas relacionadas con el asesoramiento, creación, organización, ejecución, presentación, apoyo, votación, actividades, participación o defensa de cualquier lista o lista propuesta de electores presidenciales, sea o no reconocida por algún estado o funcionario estatal, en relación con las elecciones presidenciales de 2020, así como cualquier conducta relacionada con sus esfuerzos para exponer fraude electoral y vulnerabilidades en las elecciones presidenciales de 2020”.

Sugerente de que habrá más indultos, el documento indica que la lista incluye “pero no se limita a” los 77 nombres mencionados. Notablemente, el indulto “no se aplica al presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump.”

Todos los indultados trabajaron para construir una cobertura pseudolegal para el intento de golpe de estado de Trump. La teoría de los electores alternativos, promovida por John Eastman, proponía que en los estados en los que Trump perdió, los electores leales a él debían reunirse y enviar documentación al Congreso, no firmada por los gobernadores o secretarios de estado locales, que afirmara que estos electores estaban comprometidos con Trump, no con el voto popular.

Esta teoría fue impulsada por los abogados de Trump y también por sus aliados en la Corte Suprema, incluida Virginia “Ginni” Thomas, esposa del juez de la Corte Suprema Clarence Thomas. Ginni Thomas, trabajando con los abogados golpistas de Trump, presionó a las legislaturas estatales de mayoría republicana en Arizona y Wisconsin para que respaldaran a los electores fraudulentos y convocaran sesiones especiales que anularan a los electores legítimos declarados a favor de Biden.

En una publicación en X anunciando los indultos, con el titular “Ningún MAGA se queda atrás”, el abogado de indultos Martin repitió las mentiras de Trump de que los pocos que enfrentan cargos por su papel en intentar revertir las elecciones fueron injustamente perseguidos por el gobierno de Biden. Escribió que los indultos se emitieron porque Trump “quería que observáramos a aquellas personas que habían sido blanco del gobierno de Biden. Los perseguidos son un gran grupo de estadounidenses. Hemos estado trabajando arduamente para encontrarlos, y un grupo que saltó de inmediato fueron los electores alternativos de 2020 y sus afiliados, quienes fueron blanco de Jack Smith y otros”.

En realidad, todos los que participaron en el fallido golpe ya han tenido sus investigaciones federales cerradas por la administración Trump, ya fueron indultados o se les conmutaron sus sentencias. Trump, el principal conspirador del golpe, no ha pasado ni un solo día en prisión por su papel en perpetrar el ataque que resultó en cientos de heridos y múltiples muertes.

Si bien ninguno de los mencionados en el último indulto enfrenta cargos federales, algunos de los 77 aún están siendo investigados por fiscales generales estatales por su papel en el golpe fallido. Ellis, Powell y Chesebro se declararon culpables previamente en tribunales de Georgia, bajo juramento, de delitos como la presentación de certificados de electores falsos e interferencia con deberes electorales. Giuliani, Meadows, Eastman y Ellis han sido imputados por un gran jurado en Arizona por su papel en la trama de electores falsos, aunque el caso aún no ha ido a juicio.

El presidente no tiene el poder de indultar delitos estatales, pero los aliados de Trump, incluido Martin y la abogada electoral Cleta Mitchell, quien también estuvo profundamente involucrada en el golpe fallido, han argumentado que el indulto podría abarcar delitos estatales cometidos por los electores falsos porque la actividad relacionada fue en el contexto de las elecciones federales.

Este es el segundo indulto general que Trump ha emitido a sus cómplices del 6 de enero desde su regreso a la Casa Blanca. En uno de sus primeros actos importantes como presidente, Trump indultó a más de 1.600 soldados rasos acusados o condenados por su papel en el golpe fallido, entre ellos Elmer Stewart Rhodes, de los Oath Keepers, y Henry “Enrique” Tarrio, líder de los Proud Boys en Florida e informante del FBI.

El amplio indulto no solo busca reescribir la historia y dar credibilidad a la “gran mentira” de Trump de que las elecciones de 2020 fueron robadas, sino también enviar un mensaje a sus seguidores más fanáticos de que el fascista en la Casa Blanca los protegerá de la justicia mientras cometan crímenes en su nombre. Los indultos se producen a menos de un año de las elecciones legislativas de mitad de mandato de 2026.

Es revelador que ninguno de los indultados por Trump enfrente actualmente cargos federales, lo que pone de manifiesto la completa incapacidad y falta de voluntad del gobierno de Biden y del Partido Demócrata de responsabilizar a quienes intentaron derrocar los últimos restos de democracia burguesa en Estados Unidos. Su principal preocupación tras el golpe fallido, como dijeron en múltiples ocasiones el presidente Joe Biden y la expresidenta de la Cámara Nancy Pelosi, fue construir un “Partido Republicano fuerte”.

Con este objetivo, los demócratas, a través del Comité Selecto del 6 de enero, dirigido por la representante republicana de Wyoming Liz Cheney, hija del criminal de guerra Dick Cheney, presentaron una falsa teoría del “golpe de un solo hombre”, culpando únicamente a Trump y a algunos de sus aliados “locos” en el Partido Republicano, mientras exoneraban a sus aliados en el Pentágono, el Congreso y la Corte Suprema del ataque. El encubrimiento bipartidista del golpe ha preparado las condiciones para su continuación y normalización bajo una segunda administración de Trump.

Sin duda en coordinación con la Casa Blanca de Trump, tras la publicación de los indultos, Stewart Rhodes, fundador de los Oath Keepers, apareció en un pódcast del Gateway Pundit el 9 de noviembre para anunciar que estaba “relanzando a los Oath Keepers”.

Rhodes afirmó que estaba recibiendo “invitaciones” para hablar sobre el 6 de enero y reiniciar la organización. Dijo que los posibles miembros de Oath Keepers deben estar dispuestos a “proteger a la gente contra los antifa radicales y otras formas de violencia izquierdista en las calles”.

En la misma entrevista, reportada por Media Matters, Rhodes alentó a Trump a invocar la Ley de Insurrección. “Estamos enfrentando una invasión continua de este país, que no ha cesado. Estamos ante una insurrección por parte de la izquierda. Y también enfrentamos una obstrucción directa y resistencia al cumplimiento de la ley federal—leyes de inmigración federales, ataques a agentes de ICE…”

El líder de la milicia fascista agregó: “Podría simplemente decir, dadas las circunstancias de una invasión, una insurrección y resistencia contra la aplicación de la ley federal, convoco a la milicia, ordeno a todos los hombres unirse [en] cada condado, poner a los veteranos a cargo del entrenamiento y organización de los demás hombres y simplemente mantenerlos en pie, esperando sus órdenes. Puede hacerlo y creo que debería hacerlo”.

Los últimos indultos subrayan que la defensa de los derechos democráticos no puede confiar en el Estado capitalista ni en sus partidos políticos. Es la clase obrera la que debe intervenir como una fuerza política independiente, uniendo sus luchas contra la dictadura, la guerra y la desigualdad social en un movimiento de masas por el socialismo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 10 de noviembre de 2025)

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