Según la revista Variety, Paramount Skydance, el conglomerado mediático dirigido por David Ellison, “mantiene una lista de talentos con los que no trabajará porque son considerados ‘abiertamente antisemitas’”. Por “antisemita”, los ejecutivos de Paramount se refieren a la oposición a los crímenes del sionismo y al actual genocidio en Gaza.
David Ellison es hijo de Larry Ellison, multimillonario sionista acérrimo, amigo cercano del criminal de guerra Benjamín Netanyahu y partidario de Donald Trump.
Una guerra civil se desarrolla actualmente en los sectores del cine, la televisión y la música entre artistas opuestos al asesinato masivo en Gaza y a las políticas fascistas de Trump, por un lado, y las altas esferas ejecutivas de los estudios y sus propietarios, por otro.
El caso de Paramount es un ejemplo particularmente revelador. En septiembre, miles de guionistas-directores, actores y otros trabajadores de la industria cinematográfica firmaron un compromiso “de no proyectar películas, presentarse ni de colaborar de ninguna forma con instituciones cinematográficas israelíes —incluidos festivales, cines, emisoras y productoras— implicadas en el genocidio y el apartheid contra el pueblo palestino”.
Los organizadores de la protesta, Trabajadores Cinematográficos por Palestina, señalaron que entre los firmantes se encontraban “ganadores de los premios Oscar, BAFTA, Emmy, Cannes, Berlín, Venecia, César, Goya y Peabody”. Entre ellos figuran actores como Emma Stone, Olivia Colman, Ayo Edebiri, Mark Ruffalo, Riz Ahmed, Joaquin Phoenix, Tilda Swinton y Javier Bardem, así como guionistas-directores como Yorgos Lanthimos, Ava DuVernay, Asif Kapadia, Emma Seligman, Boots Riley, Adam McKay y Joshua Oppenheimer. El número total de firmantes ha alcanzado casi los 8.000.
Paramount fue el único gran estudio que rechazó cínicamente este llamamiento desde el principio, defendiendo a Israel y sus operaciones militares, aunque con un lenguaje engañoso. Su declaración proclamó santurronamente que Paramount creía “en el poder de la narración para conectar e inspirar a las personas, promover el entendimiento mutuo y preservar los momentos, ideas y eventos que conforman el mundo que compartimos”.
Un grupo de trabajadores que se hace llamar Empleados Conscientes de Paramount condenó la declaración de Ellison-Paramount, cortando de raíz con la palabrería pomposa y comunicando claramente a los ejecutivos del estudio en una carta abierta: “ustedes se están alineando con sistemas de apartheid y ocupación” y con lo que “innumerables” organizaciones internacionales “han reconocido como un genocidio en Gaza y del pueblo palestino”.
La lista negra reportada por Variety es la respuesta de los Ellison ante la creciente oposición al sionismo y sus crímenes en Hollywood, incluida la oposición de muchos artistas, guionistas y directores judíos.
Además de eliminar miles de empleos, Paramount Skydance ha iniciado una transformación derechista de su canal de televisión, CBS. Ha nombrado a la derechista y prosionista Bari Weiss como editora en jefe de CBS News. Como explicó el sitio Truthout, los Ellison también nombraron a “Kenneth Weinstein, exdirector del think tank conservador Hudson Institute, como nuevo defensor del pueblo (ombudsman) de CBS, cargo que aceptaron crear como parte del proceso de aprobación de la fusión Paramount-Skydance”.
Paramount Skydance ahora intenta adquirir Warner Bros. Discovery, lo que crearía una de las mayores empresas de medios del mundo y que, sin duda, “incluiría una ola masiva de despidos, ya que la fusión de los dos conglomerados reduciría la estructura corporativa y consolidaría funciones entre estudios, operaciones televisivas y plataformas de streaming” (Variety).
Larry Ellison también está involucrado en el nuevo intento para lanzar una versión estadounidense de TikTok a través de su empresa Oracle, la cual administraría los datos de usuarios y los algoritmos en Estados Unidos. Es un inversionista clave en la negociación.
En resumen, Ellison es un personaje espantoso, producto de la transformación de la política y los medios estadounidenses en el coto de caza de los ultrarricos.
Además de su fuerte respaldo financiero y político a Trump, Ellison es uno de los mayores donantes de Amigos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FIDF, por sus siglas en inglés), organización radicada en EE.UU. que recauda decenas de millones de dólares para la maquinaria asesina sionista. En uno de los eventos más sonados organizados por la FIDF, una gala en Beverly Hills recaudó 53,8 millones de dólares en 2017. Según el Times of Israel,
El mayor donativo individual en la historia de la FIDF fue anunciado durante ese evento [de 2017]: 16,6 millones de dólares por parte de Larry Ellison, cofundador, presidente ejecutivo y director de tecnología de Oracle. Su donación apoyará la construcción de instalaciones de bienestar en un nuevo centro de adiestramiento para las unidades de infantería mixtas del ejército israelí.
Durante el evento, Ellison declaró:
A lo largo de todos los tiempos peligrosos desde la fundación de Israel, hemos recurrido a los valientes hombres y mujeres de las FDI para defender nuestro hogar. En mi opinión, no hay mayor honor que apoyar a algunas de las personas más valientes del mundo, y le doy las gracias a la FIDF por permitirnos celebrar y respaldar a estos soldados año tras año.
Las FDI —mediante bombardeos, asesinatos y tortura— han causado la muerte o heridas a cerca de 200.000 palestinos en los últimos dos años, siendo responsables de algunos de los crímenes más horrendos desde el nazismo.
De forma bastante reveladora, la FIDF enfrenta actualmente un escándalo financiero, otra vez según el Times of Israel,
por acusaciones de mala gestión financiera, amiguismo y una cultura laboral tóxica. La crisis en Amigos de las Fuerzas de Defensa de Israel gira en torno a su presidente, Morey Levovitz, acusado de concentrar el poder, adjudicar contratos a sus allegados sin supervisión y autorizar gastos extravagantes que, según algunos, traicionan la confianza de los donantes.
Just International también señala que
Ellison ha trabajado incansablemente para promover el proyecto político de Israel. Uno de sus amigos personales más cercanos es Benjamín Netanyahu, con quien vacacionó en su isla privada en Hawái. Ellison estaba tan impresionado y confiado con el primer ministro israelí que le ofreció un puesto en la junta directiva de su empresa, con un salario de 450.000 dólares.
Además, Truthout informa que
Ellison maniobró para presionar al multimillonario israelí Arnon Milchan para que permitiera que su abogado estrella representara a Netanyahu en uno de sus casos de corrupción. Aunque Milchan dudaba, “cedió después de la presión de Ellison”… Ellison también aparece mencionado en dos de los casos de corrupción contra Netanyahu. …
Ellison también es un patrocinador del ex primer ministro británico Tony Blair y ha donado o prometido al menos 348 millones de dólares al Instituto para el Cambio Global de Blair. Blair podría formar parte de la “Junta de Paz” de Trump en Gaza si se mantiene el actual acuerdo de alto al fuego.
Y podríamos seguir…
La declaración abierta de Paramount de que ha lanzado una lista negra contra actores y otros que se oponen al genocidio debe entenderse como una declaración de guerra por parte de la oligarquía contra la libertad de expresión y la libertad artística.
¡No al retorno del macartismo! El control férreo del cine y la televisión ejercido por parásitos reaccionarios como los Ellison debe enfrentarse con el crecimiento de una oposición conscientemente socialista en Hollywood y en todo el mundo. Estas gigantescas corporaciones mediáticas deben ser expropiadas y transformadas en entidades públicas, bajo control democrático de los artistas y trabajadores que crean todo lo que tiene valor.
(Artículo originalmente publicado en inglés el 7 de noviembre de 2025)
