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Trump firma una orden ejecutiva aprobando la toma de control de TikTok por un consorcio inversor estadounidense

El jueves, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva aprobando el plan de desinversión de TikTok, permitiendo que la popular aplicación de redes sociales continúe operando en Estados Unidos bajo propiedad mayoritaria de inversores estadounidenses, incluyendo la empresa tecnológica Oracle, la firma de capital privado Silver Lake y la firma de capital de riesgo Andreessen Horowitz.

La orden implementa las exigencias de una ley bipartidista de seguridad nacional aprobada por el Congreso en 2024, que exige a la matriz china ByteDance reducir su participación en Estados Unidos a menos del 20 por ciento, con el resto de las acciones repartidas entre un consorcio inversor estadounidense y antiguos accionistas de ByteDance.

La orden ejecutiva declara:

Se me ha presentado un plan para llevar a cabo una desinversión calificada de las operaciones estadounidenses de TikTok, tal como se describe en un acuerdo marco (Acuerdo Marco). Bajo este Acuerdo Marco, la aplicación estadounidense de TikTok será operada por una nueva empresa conjunta establecida en Estados Unidos. Estará controlada y en su mayoría en manos de personas estadounidenses y dejará de estar bajo el control de cualquier adversario extranjero, dado que ByteDance Ltd. y sus filiales poseerán menos del 20 por ciento de la entidad, y el resto será propiedad de ciertos inversores (Partes Inversoras).

La orden formaliza el establecimiento de una nueva empresa conjunta que controlará los activos estadounidenses de TikTok, incluyendo su muy valorado algoritmo de recomendación, y establece “protecciones” para los datos de los usuarios estadounidenses.

La idea de que el gobierno de Estados Unidos y sus socios corporativos van a proteger los datos de los estadounidenses es absurda. Tal como documentó Edward Snowden en 2013, la vigilancia ilegal de las comunicaciones electrónicas y la actividad en internet por parte de las agencias militares y de inteligencia estadounidenses, con el apoyo de la industria de telecomunicaciones, lleva décadas produciéndose.

El acuerdo sobre TikTok extiende la fecha límite para la aplicación de la prohibición a la plataforma contenida en el lenguaje original de la legislación del Congreso, moviéndola del 16 de septiembre al 16 de diciembre de 2025, para dar tiempo a finalizar el acuerdo con China.

La directiva de Trump afirma que la toma propuesta de TikTok cumple con las exigencias del Congreso de una “desinversión calificada”, con la mayoría de los miembros del consejo de administración siendo estadounidenses, y añade que la aprobación de las autoridades chinas es necesaria antes de finalizar el acuerdo.

La toma de control de las operaciones estadounidenses de TikTok fue provocada por la histeria antichina que ambos partidos del imperialismo estadounidense han fomentado durante los últimos cinco años. Supervisado por la administración Trump, el acuerdo incluye el pago de una tasa gubernamental de varios miles de millones de dólares como condición para la transferencia.

El acuerdo equivale a una confiscación de la aplicación de origen chino por parte de la oligarquía tecnológica estadounidense. Mientras que ByteDance, la empresa matriz china, conservará una participación de apenas debajo del 20 por ciento (19,9 %), los inversores estadounidenses aportarán el 45 por ciento del capital, aproximadamente entre 6.000 y 7.000 millones de dólares, y el 35 por ciento restante lo proveerán los anteriores inversores de ByteDance. El valor total de los activos estadounidenses de TikTok se ha estimado en aproximadamente 14.000 millones de dólares.

El acuerdo, del cual se publicaron partes la semana pasada, implicaría que la propiedad de la plataforma técnica, la infraestructura y el algoritmo de recomendación de TikTok pase al consorcio estadounidense.

El gigante del software empresarial y de nube Oracle (valor bursátil de 828.000 millones de dólares), el gigante del capital privado Silver Lake (104.000 millones de dólares en activos gestionados), y la firma de capital de riesgo Andreessen Horowitz (46.000 millones de dólares en capital comprometido) se harán con la propiedad junto a futuras adiciones, como Fox Corp., los magnates tecnológicos Michael Dell y Lachlan Murdoch, así como la empresa MGX con sede en Abu Dabi.

La participación de este amplio espectro de socios en el acuerdo demuestra el festín capitalista en marcha. Todos los participantes en el proyecto, ya estén implicados en los aspectos técnicos de la toma o no, esperan obtener retornos significativos sobre su inversión.

El poderoso algoritmo de recomendación de la plataforma, al que se atribuye el meteórico ascenso de la aplicación, será transferido en forma de código y readaptado en Estados Unidos. El consorcio estadounidense tendrá control exclusivo sobre el reentrenamiento y el uso del algoritmo para los usuarios estadounidenses. Aunque ByteDance mantiene una participación minoritaria sustancial, pierde todo acceso y supervisión sobre los datos de usuarios y las modificaciones al algoritmo dentro de Estados Unidos.

Aunque tanto el monto exacto como la estructura de la tasa de transferencia no se han hecho públicos, una de las condiciones clave del acuerdo es el pago sin precedentes de varios miles de millones de dólares al gobierno de Estados Unidos. Entre todos los nuevos socios estadounidenses, el papel de Oracle es el más significativo desde el punto de vista técnico y político. Ya designado como anfitrión de los datos estadounidenses de TikTok en la nube a través del “Proyecto Texas”, Oracle será el supervisor del algoritmo de la aplicación y autoridad de seguridad, administrando directamente el código y su reentrenamiento para usuarios estadounidenses.

Este movimiento, producto de meses de negociaciones y participación directa de la Casa Blanca, se presenta como una “respuesta” a las afirmaciones de “seguridad nacional” y a la agitación del Congreso alrededor del supuesto acceso chino a los datos de usuarios e influencia digital.

Los detalles concretos de las aportaciones financieras de cada inversor aún no se han revelado públicamente. Sin embargo, la nueva participación de Oracle se suma a su ya lucrativo contrato de hospedaje de datos. Aprovechando las conexiones de Oracle—su fundador Larry Ellison es un ferviente partidario de Trump—el acuerdo no solo garantiza la continuidad del servicio, sino un control empresarial explícito sobre el motor de recomendaciones.

El valor y poder de atracción de TikTok radica en su notable popularidad entre la juventud estadounidense y su amplio impacto cultural. Para 2025, cuenta con más de 170 millones de usuarios estadounidenses, una base de usuarios que se afirma jugó un papel en la elección presidencial de 2024.

Aunque comenzó su campaña de 2024 denunciando la propiedad china de TikTok con términos xenófobos, Trump cambió su posición una vez que empezó a utilizarla para difundir su ideología política fascista. Este giro destaca el intento calculado de convertir lo que en su momento fue una campaña propagandística sobre la “seguridad nacional” en una gigantesca oportunidad de negocio para la oligarquía financiera estadounidense, al tiempo que se continúa avivando los sentimientos antichinos.

De hecho, gran parte de la justificación de la transacción está fundamentada en el alarmismo sobre manipulación foránea, robo de datos e influencia hostil. Estas narrativas, azuzadas por ambos partidos principales, proporcionaron la cobertura política necesaria para avanzar lo que es, en definitiva, un robo de un gigante cultural por la élite financiera estadounidense, liderada por el jefe mafioso de la Casa Blanca.

Si se concreta, el acuerdo actual representa el punto culminante de un esfuerzo de años para prohibir TikTok, que alcanzó su auge en 2020. Las órdenes ejecutivas de Trump primero intentaron cerrar la aplicación y luego forzar su venta a un comprador estadounidense. Frente a una oposición pública masiva, los tribunales federales bloquearon repetidamente estas medidas, pero el consenso bipartidista para expulsar la tecnología china de los mercados clave no hizo más que consolidarse con la llegada al poder de la administración Biden.

La Casa Blanca de Biden, con el apoyo del Congreso y de las agencias de inteligencia, impulsó la campaña de amenazas, presentando a TikTok simultáneamente como un riesgo para la seguridad nacional y como caso de prueba para el músculo legislativo. En 2024, el Congreso aprobó un proyecto de ley ordenando la desinversión de cualquier empresa de redes sociales “controlada por un adversario extranjero”, obligando esencialmente a ByteDance a vender TikTok o enfrentarse a una prohibición nacional.

La medida fue firmada como ley por Biden el 24 de abril de 2024, después de recibir respaldo bipartidista abrumador: 360 votos a favor y 58 en contra en la Cámara de Representantes, y 79 a 18 en el Senado. Cada etapa de la saga de TikTok—desde las prohibiciones iniciales de Trump hasta las maniobras legislativas de Biden y la “solución” orquestada por Trump—ha sido justificada en nombre del anticomunismo y el nacionalismo extremo estadounidense al servicio del capital, del poder global y de la supremacía tecnológica. Todo el episodio constituye un ejemplo más de la unanimidad dentro del sistema bipartidista y la complicidad de los demócratas con la política fascista de Donald Trump.

Aunque no se espera ninguna intervención de último minuto por parte de Beijing, como sucede con todos los acuerdos empresariales que implican enormes sumas de dinero, nada es completamente seguro hasta que todas las firmas estén en su lugar y tanto Washington como Beijing lo aprueben definitivamente.

La toma de control de TikTok es un ejemplo del proceso de “desacoplamiento” que ha sido tema de debate dentro de la clase dominante estadounidense, en la medida en que la relación entre Estados Unidos y China se encamina hacia un conflicto económico y militar. Al mismo tiempo, los chinos están dispuestos a concretar el acuerdo de TikTok, pese a su impacto financiero negativo, porque permite a ByteDance mantener cierto nivel de participación y evitar una prohibición total de la aplicación en Estados Unidos. Al acceder a ceder el control de la plataforma técnica central y la propiedad mayoritaria, ByteDance retiene un interés comercial en TikTok.

Mientras tanto, el acuerdo es visto por Beiing como una concesión dentro de las negociaciones más amplias con Estados Unidos sobre aranceles, tecnología y asuntos geopolíticos, y previene, por el momento, un corte total del lucrativo mercado estadounidense.

(Artículo originalmente publicado en inglés el 27 de septiembre de 2025)

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