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La extrema derecha española intensifica los ataques contra inmigrantes bajo el gobierno PSOE-Sumar

Turba fascista en Torre Pacheco, España [Photo: Guillermo Rocafort @GuillermoRocaf1]

En España, los grupos de extrema derecha continúan la ofensiva contra los inmigrantes bajo el gobierno del Partido Socialista Español (PSOE)-Sumar.

Durante dos fines de semana consecutivos, grupos fascistas se han movilizado en distintas localidades españolas para agredir a inmigrantes. Del 12 al 15 de julio, varios cientos de militantes de extrema derecha atacaron a trabajadores inmigrantes marroquíes que residen en la localidad de Torre Pacheco, en la región de Murcia. Armados con bates de béisbol y gas pimienta, agredieron a los vecinos, destrozaron vehículos y vandalizaron negocios propiedad de inmigrantes, como kebabs.

El 19 de julio 170 fascistas se concentraron ilegalmente en la localidad de Alcalá de Henares, ciudad cercana a Madrid, frente a un macrocentro de inmigrantes coreando gritos como “España cristiana y no musulmana”, “esta es nuestra tierra y hay que defenderla” o “la inmigración destruye tu nación”.

El desencadenante del asalto fascista en Torre Pacheco fue una paliza dada a un vecino por personas de origen magrebí que estaban de paso en el pueblo y que fue rechazada por toda la comunidad incluyendo a los propios vecinos musulmanes.

Torre Pacheco es una localidad de 41.000 habitantes de los que un 31% son extranjeros de hasta 96 nacionalidades, aunque más del 50 % de ellos (unas 6 300 personas en 2025) son marroquíes muchos de ellos viviendo allí desde hace más de 20 años y con hijos nacidos en España. La agricultura es la principal actividad económica del pueblo con un 60 % de los contratos agrarios ocupados por personas inmigrantes, especialmente marroquíes, desempeñándose en labores agrícolas manuales, invernaderos y servicios del campo.

Estos trabajadores son el sector más cruelmente explotado de la clase obrera en España realizando un trabajo muy duro con largas jornadas y bajos salarios. Muchos de ellos son ilegales sin contratos ni derechos laborales, trabajando en condiciones de semiesclavitud. Sufren además de malas condiciones de vivienda con poca inversión y ausencia de servicios públicos en los barrios que habitan.

Ya la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en el año 2020 pedía a los sindicatos y a los partidos políticos progresistas que les apoyaron para lograr un trabajo 'digno' para que unos 'desaprensivos explotadores no sigan cosechando ingentes sumas de ganancias a costa de dividir a los trabajadores y desregular el mercado laboral'. Cinco años más tarde ni sindicatos, ni esos supuestos partidos progresistas como el Partido Socialista (PSOE), Podemos o Sumar, a pesar de estar en el gobierno, han hecho nada para mejorar las condiciones de estos trabajadores que sufren incluso peores condiciones laborales y de vida que en 2020.

En el caso de Alcalá de Henares los fascistas utilizaron la excusa de una violación realizada supuestamente por un residente en el CAED (Centro de Acogida, Emergencia y Derivación). En este centro residen 1.700 inmigrantes provenientes de África occidental, especialmente de países como Malí y Senegal llegados a través de las peligrosas rutas marítimas que cruzan el Atlántico o el Mediterráneo. Solo hasta mayo de este año la ONG Caminando Fronteras ha reportado la muerte de 1865 muertes o desapariciones de personas que trataban de llegar a España a través de estas rutas marítimas.

Los inmigrantes viven en una situación de hacinamiento, reciben ropa insuficiente, comida escasa y de mala calidad y no pueden introducir alimentos desde afuera. No tienen servicios médicos ni sociales adecuados y no reciben ayuda económica a partir del cuarto mes.

La afirmación de la extrema derecha de que la delincuencia ha aumentado debido a los inmigrantes en el CAED es completamente falsa. Desde su apertura en octubre de 2023 las 7.000 personas que han pasado por el centro han cometido 17 delitos frente a los 14.500 cometidos por el resto de la población local.

El ambiente para estos ataques de la extrema derecha fue preparado previamente por el partido fascista Vox. A principios de julio propusieron la “remigración” de hasta 7 millones de inmigrantes que podrían ser expulsados si “no se integran” o delinquen independientemente de que tengan la nacionalidad española como es el caso de muchos de los trabajadores de Torre Pacheco atacados por los fascistas.

Vox trató de justificar sus declaraciones afirmando: “Algunos que están tan preocupados por el fin del mundo, por el cambio climático, deberían preocuparse más por el fin de España por sustitución demográfica. En 2045, los españoles seremos minoría en nuestro propio país”

La “remigración” es la versión de Vox de la orden ejecutiva “Protecting The American People Against Invasion” (Proteger al pueblo estadounidense contra invasiones) lanzada por Trump en enero que presenta la inmigración como una grave amenaza para la seguridad nacional y la seguridad pública y en nombre de la cual del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha deportado ya a 150.000 personas.

Pero esta ofensiva fascista contra los inmigrantes no parte de la nada, sino que continua la ofensiva realizada en los últimos años por parte de los gobiernos del PSOE con sus aliados pseudoizquierdistas Podemos y Sumar. La gran diferencia es que estos no movilizaron bandas de lúmpenes y nazis sino directamente al ejército y la policía tanto española como de países africanos.

En mayo de 2021 el gobierno PSOE-Podemos desplegó al ejército contra los inmigrantes que cruzaban desde Marruecos tratando de llegar a España. Era la primera vez que el ejército se desplegó contra los refugiados. Posteriormente, España devolvió a Marruecos a cientos de niños migrantes no acompañados, en una flagrante violación del derecho internacional.

En junio de 2022 el PSOE y Podemos presionaron para que la OTAN incluyera la migración como una 'amenaza híbrida' en la nueva hoja de ruta política de la OTAN. Esa era la manera en la que la burguesía española y europea pretendía dar justificación a la represión contra los inmigrantes y las intervenciones militares en África.

La primera implicación práctica de esa “amenaza híbrida” sucedió el 22 de junio de 2022 cuando la gendarmería marroquí y la Guardia civil española atacaron a 2.000 inmigrantes, pertenecientes a países como Chad, Niger, Sudan y Sudán del Sur, que deberían haber tenido acceso a asilo en virtud del derecho internacional, en el cruce fronterizo de Melilla El resultado fueron 37 inmigrantes muertos oficialmente, una cifre que amnistía internacional eleva hasta el centenar, y decenas de heridos graves y desaparecidos.

El presidente Sánchez justificó la matanza diciendo que “Fue un ataque violento a las fronteras de nuestro país, fueron armados” y defendía que en el gobierno español “siempre hemos sido proporcionales en la respuesta a las crisis migratorias”. Podemos exculpaba también la masacre y se negó a pedir ninguna investigación o la dimisión de algún ministro.

En los últimos años, los gobiernos del PSOE, primero en coalición con Podemos y ahora con su escisión, Sumar, han seguido las directivas de la Unión Europea al avanzar en la llamada 'externalización de fronteras': Subcontratar el trabajo sucio a países como Marruecos, Mauritania, Senegal o Gambia. Estos países reprimen los flujos migratorios a cualquier coste, a cambio de dinero, equipamiento militar, favores diplomáticos y que se haga la vista gorda ante la represión de sus propios ciudadanos.

Entre las prácticas utilizadas se encuentra el denominado “desert dump”, detener arbitrariamente migrantes, quitarles sus pertenencias, trasladarlos en autobuses o vehículos policiales a zonas desérticas y abandonarlos allí sin ninguna asistencia.

El PSOE y sus socios mantienen a más de un centenar de miembros de la Guardia Civil desplegados en estos países como apoyo para, entre otras tareas, dar formación a las policías locales en técnicas represivas que después también podrán emplear contra su propia población.

PSOE, Podemos y Sumar han hecho suyas políticas que históricamente se considerarían propias de la extrema derecha y que ahora están en consonancia con su asociación con el imperialismo de la OTAN y su apoyo al genocidio sionista de los palestinos y la guerra por delegación de la OTAN en Ucrania.

Para intensificar esa agenda imperialista y militarista el gobierno PSOE-Sumar incrementará fuertemente su presupuesto militar en los próximos años hasta alcanzar el 5% del PIB al que se han comprometido los países de la OTAN, ese dinero se empleará también en una mayor represión contra los inmigrantes.

La otra cara de la violencia contra los inmigrantes y del incremento del militarismo es la represión de los trabajadores en España para incrementar su explotación y evitar cualquier oposición al imperialismo español. En las semanas previas a estos ataques fascistas la huelga de los trabajadores del metal en Cádiz era salvajemente reprimida por la policía del PSOE y Sumar que criminalizaba a los trabajadores de Cádiz lanzando una operación represiva, denominada Fuego, que supuso 24 detenciones por desórdenes públicos y atentado contra la autoridad

Días después en Torre Pacheco se hacía un mínimo despliegue policial que permitió a las bandas fascistas desfilar por el pueblo y atacar a trabajadores durante varios días. en Alcalá la policía permitía que se celebrará una concentración de fascistas que era ilegal.

PSOE, Podemos o Sumar y sus partidos hermanos en Europa han abandonado hace tiempo a la clase trabajadora, tanto la nativa como la extranjera. No ofrecen nada más que austeridad, represión y guerras imperialistas. Sus políticas son cada vez más indistinguibles de las de la extrema derecha. Los fascistas aprovechan esto para canalizar el descontento social en términos reaccionarios y promover la xenofobia y el odio hacia los inmigrantes para romper así a la clase trabajadora en líneas nacionales.

En Europa y en España los socialdemócratas y la pseudoizquierda son los grandes impulsores de la extrema derecha, los trabajadores no pueden esperar nada de estos partidos solo deben confiar en sus fuerzas. En su perspectiva del 22 de julio el WSWS declaraba:

“La clase trabajadora debe rechazar todo intento de dividirla en líneas nacionales, raciales o étnicas. La lucha en defensa de los trabajadores migrantes solo puede tener éxito mediante la movilización unificada de toda la clase obrera: negros, blancos, nacidos en el país, migrantes, con o sin papeles.

“Esto implica organizarse de manera independiente de los partidos capitalistas y construir comités de base en cada centro de trabajo, escuela y barrio para oponerse a las operaciones de deportación y preparar acciones colectivas que hagan uso del inmenso poder social de la clase trabajadora”.

(Publicado originalmente en inglés el 28 de julio de 2025)

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